¿POR QUÉ ENSEÑAR FILOSOFÍA HOY A NUESTROS JÓVENES?
1. ¿POR QUÉ ENSEÑAR FILOSOFÍA HOY A NUESTROS JÓVENES?
Al llegar por primera vez a clase
de Filosofía y si no se enseña con profesionalismo surge un grave problema.
Todos los estudiantes del aula tienen la
misma pregunta en su mente: “¿qué vamos a estudiar en esa asignatura?”
Tal vez no sean totalmente consciente de
ello, la pregunta que subyace a la anterior es: ¿qué
es eso de la Filosofía?, ¿de qué va?
Ante esas preguntas, y sentirme
de muy académico daría una respuesta sabia de
Heidegger en su trabajo del mismo título: “Filosofía es traducir al
lenguaje la llamada del ser del ente.” Jajajajjajaja de inmediato una carcajada de burla de algún estudiante se
escucha frente a esta sabia respuesta, lo
más probable es que llegasen a la triste conclusión de que la Filosofía para ellos, es algo bastante inútil. Esa no es la
Filosofía que debo hablarle a los estudiantes. Lo que se debe hacer con los estudiantes, es
dejar algo de huella y que marque la conciencia más perenne (permanente) de un
cambio. Esa huella debe ser fija para el futuro y que siempre útil.
Es importante tener estos
aspectos para motivar a los estudiantes:
2. Se enseña Filosofía para
recuperar el gusto por lo clásico
Ese algo útil, necesitamos
encontrarlo y confrontarlo con nuestro entorno pero ¿Por qué de lo clásico? Y
quizás tenga razón. Es muy importante demostrarles a los estudiantes, si es que
queremos que la clase de Filosofía sea tomada en serio, que lo que en su día dijeron los filósofos no
es algo que sólo valía para ese día, o para su época concreta, sino que esos
planteamientos pueden ser perfectamente actuales. Basta en debatir la realidad de nuestro país,
abrir la prensa y confrontarlo con el
filósofo de una época, para que los estudiantes lo comprendan. Podemos tomar el postulado de Platón de exigir que el
gobernante sea sabio? Desde ese
postulado podemos debatir confrontándolo con las ideas políticas de nuestro
actual presidente, y si queremos profundizar podemos mirar los planteamientos del anterior presidente y llevarlo a tela de
juicio según el postulado de Platón en aquella época y ver si tiene vigencia en
nuestros días. Tal vez ellos dirán que en nuestra actualidad hay actitudes políticas
ciertamente degenerantes y descaradamente ignorantes, que renuncian
abiertamente a la sabiduría para la política; podemos confrontarlo con el
estado de gobierno del filósofo teólogo y psicólogo San Agustín “El estado de
gobierno ideal es la ciudad de Dios” y si queremos ir algo más cruel podemos
mencionar a Maquiavelo “El fin justifica los medios” pero no nos vamos a
detener a discutir en estos momentos porque perderíamos el sentido del escrito.
Es muy importante que los
estudiantes recuperen el gusto por lo clásico, mostrándoles que lo antiguo no
tiene por qué ser, además, viejo. En un momento de tantas prisas y novedades,
hacer que ellos vean hacia atrás, puede ser más que interesante. Es decir un
viaje por el tiempo de manera creativa y dinámica para poder entenderla sin perder el sentido de la
historia. El estudiante debe aprender con la ayuda de todos nosotros como
docentes es a dialogar con otras épocas es decir, con el pasado. Sólo así,
evidentemente, será capaz- desde lo clásico- de planificar su propio futuro y el
actual presente. Podemos hacer que el estudiante se motive a dialogar
planteando verdaderos diálogos entre diferentes filósofos. Motivando a nuestros estudiantes a
criticarlos; está bien que entiendan sus planteamientos, pero esto sólo, creo, no llega. Es muy importante invitarlos a la
crítica constructiva y que sean ellos mismos que cambien la historia, es decir, que dejen un mundo
diferente al que han encontrado al llegar a la vida. Es imposible hacer que
nuestros filósofos se queden en el pasado o simplemente una lectura cerrada,
más bien, procuremos la lectura abierta y original, para entender desde lo
clásico nuestro nuevo presente.
Tristemente los salones se han
llenado de televisores y de vídeos (especialmente vídeos de youtube). Nuestros
jóvenes y todos nosotros como docentes hemos dejado de leer. Es muy importante recuperar el texto. La
Filosofía se ha hecho en los libros. No en las diapositivas ni en los vídeos
Agarremos el libro, porque tantos ellos como nosotros estamos viendo mucha
televisión inútil en casa, es importante un buen libro.
3. Se enseña Filosofía para que aprendan a recuperar el sentido de los
valores
Es triste escuchar continuamente decir que la sociedad actual vive una
crisis de valores. Y lo más chistoso es que los mayores acusan a los jóvenes de
no tener una escala de valores que les permita vivir auténticamente. Añoran las
épocas pasadas e incesantemente cuestionan la forma en que se vive. Hoy en día
vemos que la sociedad oferta gran cantidad de posibilidades que hacen del ser
humano un individuo vulnerable y presa del facilismo. Ojo no estoy diciendo que
en la actualidad se niegue la existencia de los valores. El problema radica en
la vertiginosa mutación de valores. El bueno era quien obedecía y cumplía
fielmente lo que unos cuantos proponían. En el presente hay una fuerte
tendencia al cambio. Sin embargo, ello no justifica que todo comportamiento sea
válido, como pretenden afirmar ciertas esferas de la sociedad.
Es muy importante enseñar el sentido que tiene para el ser humano
guiarse de acuerdo a unos valores. Es decir, de acuerdo a unas realidades que
aparecen intangibles, pero que se materializan en el comportamiento. Pero
se debe tener mucho cuidado en la palabra enseñar, porque no estoy afirmando que
debemos llenar a los estudiantes con un cúmulo de conceptos en donde ellos
recitan literalmente las definiciones dadas por los filósofos. Una de las
formas más indicadas para enseñar los valores es la práctica. Resulta inútil la
prédica si en realidad no logramos transmitir el sentido de los valores. Como
decía el gran filósofo Jesucristo quien
vino al mundo no abolir la ley sino a darle plenitud, ese verdadero sentido se
logra sólo a través del ejemplo. En otras palabras, no vayamos a pretender que
nuestros hijos y estudiantes asuman valores si nosotros les demostramos con
nuestra actuación que todo da lo mismo. Y en nuestra sociedad hay actitudes tales como ser fiel o infiel es
cuestión de gustos y preferencias; ser honrado o deshonesto depende de la
situación; decir la verdad o engañar es asunto del momento, sólo logramos
perpetuar un relativismo moral a través del cual falseamos los comportamientos
correctos.
Nosotros damos sentido a los
valores cada vez que asumimos posiciones firmes y decididas; no dogmáticas y
totalitarias. En filosofía hay que actuar con convencimiento y no flaquear. Ser
tolerante con los asuntos triviales, pero no mostrar tolerancia ante las
situaciones que degradan la dignidad humana. Es muy importante andar con la
verdad, es decir, con transparencia, porque sólo así estaremos en
condiciones de exigirles a las nuevas generaciones la construcción de un mundo
más humano.
Para finalizar estimados docentes, a través de la filosofía es posible
que el estudiante confronte su escala de valores y decida libremente
optar por la vida en abundancia o por el escurridizo laberinto de la
destrucción. Puestas así las cosas, la enseñanza de los valores conduce a
indagar por su esencia y significado. Es muy importante preguntar a los
estudiantes por sus aspiraciones más altas y desde allí direccionar el sentido
de los valores. (Como decía nuestro profesor de Emprendimiento: “Tener una
visión y misión a corto, mediano y largo plazo”) Yo como docente de Filosofía
le agregaría “que es muy importante transmitir pasión por la vida y no dejar
que ellos se pierdan en los supuestos valores que coloca la sociedad, porque si
al ser humano le arrancáramos el mundo de las valoraciones y quedaran éstas
encerradas en una esfera subjetiva, se provocaría una profunda deshumanización
y la tierra se convertiría en un lugar inhabitable”.
Después de tantas clases al fin entendí para qué sirve la filosofía.
JORGE JIMÉNEZ PUENTES
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