domingo, 31 de marzo de 2013

GRADO 11 RELIGIÓN- SER CIUDADANO EN LA RESPONSABILIDAD: UNA REFLEXIÓN SOBRE EL ARTÍCULO LA UTOPÍA DE SER CIUDADANO


GRADO 11 RELIGIÓN- SER CIUDADANO EN LA RESPONSABILIDAD: UNA REFLEXIÓN SOBRE EL ARTÍCULO LA UTOPÍA DE SER CIUDADANO


GRADO 11  RELIGIÓN- SER CIUDADANO EN LA RESPONSABILIDAD: UNA REFLEXIÓN SOBRE EL ARTÍCULO LA UTOPÍA DE SER CIUDADANO


SER CIUDADANO EN LA RESPONSABILIDAD: UNA REFLEXIÓN SOBRE EL ARTÍCULO LA UTOPÍA DE SER CIUDADANO



Respetados estudiantes:


Los invito a desarrollar este trabajo de manera individual, que desde sus casas lo harán con esmero y dedicación. Recuerden que sólo tengo una hora de clase, es muy importante realizarlo ya que es calificable, es muy importante seguir las indicaciones (En su cuaderno de RELIGIÓN con preguntas y respuestas)


PROPÓSITO:

Tomar conciencia de la propia ubicación en el mundo y de la relación con todos los ciudadanos del mundo.




Leer el siguiente artículo,

SER CIUDADANO EN LA RESPONSABILIDAD: UNA REFLEXIÓN SOBRE EL ARTÍCULO LA UTOPÍA DE SER CIUDADANO
Escrito por Giovanni Fernández Valdés.
  
La problemática acerca de si ser ciudadano implica o no un nivel de responsabilidad  hacia los demás ya sea material o espiritual ha sido discutida desde la filosofía clásica griega, pasando por la clásica alemana, hasta llegar a los positivistas lógicos del siglo XX y demás teorías de la pasada centuria.
Al parecer en este sujeto descentrado --según el propio Max Weber-- que se conformó en el siglo de la bomba atómica, las dos guerras mundiales, etcétera, y que nos ha llegado al XXI con un rostro angustiado, cansado de hacer historia con mayúscula y de pensar en un futuro mediato sigue siendo, no obstante, un tema todavía en debate. Y el debate no desde un punto de vista tanto teórico-conceptual como desde la propia individualidad y a partir de lo que tiene significado para ese sujeto en un contexto bien determinado.
Es decir ¿ser ciudadano implica tener un compromiso con el gobierno, cualquiera que este sea y en qué medida? O tal vez ¿esa sociedad en la que el individuo se va construyendo lo aparta de las principales decisiones de índole “trascendental” (diríamos en la construcción de un sistema social en el que nadie ha vivido como el comunismo, por ejemplo), convirtiéndolo en un ser egoísta o introvertido? O tal vez ¿qué responsabilidad tengo como ciudadano de un país (de qué fronteras estamos hablando cuando hablamos de una inmigración como nunca antes), o como ciudadano del mundo (de qué mundo estamos hablando cuando la cultura árabe parece en contradicción total con la occidental y la asiática tiene una influencia variable distante y cercana, enajenada y enajenante)?
A mi parecer estas son algunas de las temáticas que el artículo Ser ciudadano - -que publicó Juventud Rebelde y de la cual el artículo La utopía de ser ciudadano,  se sirve para realizar algunas reflexiones de las que voy a analizar en mi texto--, tímidamente trata y que intenta justificar con las citas desaforadas de las ideas de Armando Hart Dávalos.
Jorge Enrique Rodríguez en La utopía… tal vez se precipita en sus criterios y va más allá de lo que realmente se quiere decir. La idea central de Ser ciudadano, creo, estriba en que los cubanos tenemos que tener un grado de responsabilidad con la Patria y respetar sobre todas las cosas la ley, el Derecho, sin olvidar que cada vez que se realice un cambio legal en Cuba tendremos la mirada del imperialismo. Planteamiento nada novedoso y que implica un segundo momento donde se incluye a los jóvenes y su continuo estudio de las leyes y la historia para que ese imperialismo no divida fuerzas y venza.
Lo que me preocupa es que Rodríguez confunde los términos ciudadano, e individuo y cito su texto: “Del mismo modo en que la superación del habitante sobre el ciudadano significa una aberración sociocultural (cívica), también lo es el hecho de incentivar o construir a un ciudadano sin antes existir un individuo. El ser humano se trasciende a sí mismo hacia la búsqueda de su sino, su individualidad, su otredad con respecto al otro y lo otro, y sólo después decidir, desde la independencia de criterio y según sus intereses como individuo, pertenecer a un proyecto de conjunto social para el cual tendría que cultivar (se) la actitud de ser ciudadano”.
De su texto no citaré más, porque en estas líneas se resume su tesis. El concepto individuo es bastante sospechoso en sí mismo, ¿individuo con respecto a qué y a quiénes? La construcción del yo no se realiza de forma interna, ya es conocido y demostrado científicamente por los cientistas cognitivos que la construcción del Yo se realiza a través de la individuación, es decir, la necesidad de conformarse en sociedad, como ciudadano. Y parece una argumentación solo teórica, pero no lo es, en la medida en que Rodríguez Camejo conceptúa individuo, no se puede ver claramente cómo puede entender la visión del otro, si primero se define como una entidad única, es decir donde la conformación del Yo se dirige desde dentro (sujeto antropocéntrico) hacia afuera (comprende del mundo exterior que existe otro individuo en su parcela y lo respeta por su extensión).
La conformación del individuo participa de ese mundo exterior que influye en su devenir, no quiere decir que lo determina, pero lo conforma. En esa medida somos iguales y diferentes a nuestros padres, los imitamos en una buena parte de la niñez, nos distanciamos de ellos en la adolescencia y juventud y generalmente regresamos a la conformación, visión y pensamiento de nuestros padres, pero ahora pasada por nuestro carácter, experiencia propia de vida, etcétera. Es imposible en la visión de Rodríguez Camejo que un sujeto respete al otro, si en su conformación no lo ve ni precisa de este; solo en la acción social está la individuación, sin determinaciones rígidas, solo cuando participamos de ese hecho social es que podemos entendernos como sujeto único, lo que no significa que no exista un nivel de interdependencia entre sujeto‑sociedad, sino todo lo contrario en la intersubjetividad, en la cultura, en el saber compartido está la dimensión humana. El fragmento opaca el todo, como ver solo los árboles limita la visión del bosque y viceversa. ¿Cómo entender a un individuo actuante cuando no se comprende como ciudadano? Y, sin dudas, en la responsabilidad ciudadana están muchas de las respuestas ante un mundo que se pronuncia desaforadamente hacia la individualidad posmoderna: los video‑juegos, las telecomunicaciones, los espejos donde solo tú ves lo que pasa, los medios de comunicación que solo envían información “para ti”, para que “llames tú ya” para que te ganes “tú” el premio. Es esa individualidad posmoderna la que anuncia la comprensión e inclusión del otro, pero que realmente excluye (como en la Lógica Moderna) al otro, hablar del otro significa ser ciudadano, ser responsable, ser humano, rescatar la idea de la sociedad humanizada de Marx, es uno de esos ideales que no deberían ser utopías sino certezas de posibilidad.


Según la lectura marque la respuesta correcta:


1. Para Giovanni Fernández Valdés, ¿qué es lo que le preocupa del señor Jorge Enrique Rodríguez en la utopía?

2. Desde qué momento se comenzó a debatir  la problemática acerca de si ser ciudadano implica o no un nivel de responsabilidad  hacia los demás ya sea material o espiritual

3. ¿En qué artículo se basó el autor?

4. ¿Qué nos dice los cientistas cognitivos a cerca del yo?

5. ¿Por qué el autor rescata la idea de la sociedad humanizada de Marx?


Según el artículo responda las preguntas siguientes:


6. ¿De qué trata el texto anterior?

7. ¿Cuál es la cuestión central?

8. De acuerdo con el artículo anterior, ¿qué idea tenía Giovanni Fernández Valdés del tema “SER CIUDADANO EN LA RESPONSABILIDAD: UNA REFLEXIÓN SOBRE EL ARTÍCULO LA UTOPÍA DE SER CIUDADANO”?


BIBLIOGRAFÍA


TEXTO DE ESTUDIO:  Encuentro Religión 11,  editorial. Voluntad.



Este documento se encuentra en la fotocopiadora del Colegio.
                         

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